El amor de Dios por ti no depende de si este mundo te acepta o no.
Dios te ama y quiere estar contigo, porque es Él quien te creó.

Y el dolor que quizás estés atravesando ahora es porque no fuiste...
Creado para el rechazo.

Fuiste creado para ser aceptado, para ser acogido, para ser hijo de Dios, mediante el sacrificio de Jesucristo. Dios mismo entregó su vida, cargando con tus pecados, para acogerte.

Quizás tu padre, tu madre, tus hermanos, tu maestro, tu iglesia, tu jefe te hayan rechazado. Quizás te hayan rechazado en entrevistas de trabajo o en solicitudes de ingreso a la escuela.

Esto puede hacerte sentir desanimado e incluso solo.

Pero el Señor te dice hoy:

Mi hijo, te amo con un amor eterno. Eres muy bienvenido a mi lado.
Siempre espero con ansias los momentos en que acudáis a Mí en vuestras oraciones.
Incluso las más pequeñas oraciones alegran Mi Corazón.
Sabe, hijo Mío, que Yo te he elegido. Eres escogido a dedo y conocido profundamente.
Anhelo estar contigo.
Eres aceptado por el sacrificio que hice por ti.
Puedes venir al Padre en cualquier momento, donde quiera que estés.
Estoy cerca. Y nunca te dejaré fuera de vista.
Todos esos momentos en los que pensaste que estabas solo, llorando en tu habitación,
Yo estuve allí. El dolor que tú sentiste, yo lo sentí.
Déjame ser tu Consolador.

¡Te amo!

Jesús