Quizás hay ahora y luego horas, días o casi todo el tiempo.....
Momentos que pasas solo. Más de los que te gustaría.
Momentos en los que no hay nadie que te escuche de verdad, nadie que comparta su vida contigo o que se tome el tiempo de conocerte tal y como eres en realidad.

¡Qué importante es para nosotros compartir nuestra vida con los demás!
Estar con otras personas y realmente conectar.
Vivir de una manera tan hermosa el uno con el otro que te dé energía.
Porque qué sensación tan maravillosa es cuando puedes experimentar un amor y una conexión profundos.

Es muy difícil cuando no hay personas a tu alrededor que realmente te conozcan y disfruten de quién eres.
¡Sé cómo es eso! Sé lo que es tener momentos en la vida en los que quieres compartir tu vida con otros, pero no es posible.
Y conozco la sensación de estar rodeado de gente, pero sin ser visto.
Te sientes como si te hubieran metido en una caja.
Como si nadie pudiera ver esa belleza interior.

¿Cómo puedes asegurarte de que tu corazón esté pleno? ¿Cómo puedes asegurarte de que puedas disfrutar de quien realmente eres?

He aprendido que cuando los demás no confirman quién eres,
¡Eso no significa que seas menos digno!

Vivimos en una época en la que la gente se centra en sí misma y presta menos atención a los demás. Y tengo que admitir que yo no soy diferente.

En la Biblia Jesús dice:


«Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.